El
otro día me puse a buscar unos papeles que recordaba haber guardado junto a
otros materiales del blog y buscando y rebuscando encontré unas medallas
preciosas que adquirí hace ya un tiempo y que nunca utilicé, soy bastante de
comprar y después pensar que hacer con ello, a veces compro y se quedan ahí
meses hasta que de repente una gran idea me viene a la cabeza, pues esto ha
sido una de esas cosas que ocurren. Tras verlas las saqué de su escondrijo y
las dejé a la vista, no quería que volviesen a quedar en el olvido en una cajita
en mi armario, así que las puse cerca de mi escritorio, pasados unos días saqué
impresas unas fotos para un encargo de las letras personalizas y me confundí y
las saqué a color y muy pequeñas, más de lo normal, no supe que hacer con el
folio y pensé en dejarlo ahí y reciclarlo en algún momento cuando se me
encendió la bombilla, busqué un par de fotos que me encantaban, entre ellas un
par de Thor, mi perro, me costó decidirme pero sin dudarlo demasiado elegí los que
más quiero yo, (claro está, aparte de mi familia, como yo digo son amores
diferentes) un poco más de trabajo y detalles y mirar que medalla tan chula
tengo para este verano, estoy más que encantada, así que os dejo un par de
fotos para que podáis verla vosotros también. Ya a la venta.
Feliz
martes bonitos
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