sábado, 22 de febrero de 2014

La anécdota de la semana


Ayer me paso algo que para mi fue muy sorprendente ,me puse muy malita,tanto que tuve que ir a urgencias para poder recuperarme,la verdad que no tenía demasiadas expectativas,nos harían esperar,el trato sería standar, tendría que ponerme suero y me tocaría una enfermera algo borde claro que a las 1de la madrugada no esperaba otra cosa.
Cuando me pasaron a observación se acercó a mi una enfermera, y sorprendentemente comenzó el protocolo de preguntas de una manera simpática y agradable incluso me atrevo a decir que divertida, ¿Sería a causa de la fiebre y el dolor que esa enfermera del turno de noche fuese tan amable conmigo?,¿A alguien más le ha pasado?,¿No es sorprendente?
He de decir ha bien que tras ponerme el suero, el cual a pesar de tener 21años aún me da algo de miedo y tengo que mirar para otro lado,me quede pensando que aún me tiraría un buen rato allí y que la espera sola se me haría eterna, pero me equivocaba.
Tras la cortina se encontraba el señor A con su hijo ya mayor,digamos unos 30años llamado B, que olvidando la sutileza y la mascarilla que le ayudaba a respirare, comenzó a tirarle los trastos a la enfermera, pude ver su cara,pobrecita intento ser lo más diplomática que pudo pero aquel chico era algo insistente.
Al menos el tiempo que estuve sola hasta que les dejaron pasar fue entretenido y diferente a otras veces, creo que sí he de ponerme mala (que espero que no en mucho tiempo),será mejor ir por la noche.
Ahora me toca reposo y juntos a vuestros ánimos seguro que me recupero pronto.

PD: gracias a esa enfermera y ánimo a los que me acompañaron y se quedaron allí.

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